Las plataformas de citas han transformado por completo la manera en que las personas se encuentran y desarrollan relaciones. Sin embargo, también pueden representar un riesgo potencial para los involucrados debido a que la configuración de las cuentas dan pie a brindar información superficial y mantener en incógnito el perfil más oscuro de las mentes de las personas.
En noviembre de 2011, en Arizona, Estados Unidos, un joven de 18 años se encontró con alguien en un chat con quien parecía tener un potencial romance. El joven viajó emocionado hasta Milwaukee, solo para descubrir que la persona lo estaba esperando con otra, sugiriendo la posibilidad de un trío. La situación culminó con el joven hospitalizado en la zona, con más de 300 puñaladas en su cuerpo, víctima de lo que parecía ser un ritual satánico. Las mujeres involucradas fueron identificadas como Rebecca Chandler y Reven “Scarlett” Larrabee, ambas de 22 años, y al ser detenidas, se les incautaron libros relacionados con los 7 pentágonos y rituales demoníacos.
Una segunda historia es la de Ashley Wadsworth, de 19 años y de Canadá, estaba convencida de que Jack Sepple, un inglés, era el amor de su vida. Se conocieron a través de la aplicación de citas Tinder, y tras meses de mensajes y videollamadas, Ashley decidió emprender el viaje de su vida. Esta era la primera vez que la joven abandonaba su país, y emocionada, compartía las fotos de su romance en Facebook. En la plataforma, Ashley compartió imágenes de un viaje que realizó con Jack y sus padres para celebrar su cumpleaños, visitando lugares emblemáticos como el Parlamento, el Tower Bridge y el Royal Albert Hall. Sin embargo, el día antes de abandonar el Reino Unido, los vecinos escucharon fuertes ruidos y, preocupados, alertaron a la policía. Al llegar al lugar, encontraron a Jack Sepple en la cama, cubierto de sangre, junto al cadáver de Ashley.
Una tercera historia en Chile tuvo como víctima a una mujer de 32 años que conoció a Héctor Valdés Gómez a través de datingchile.cl. Según informes de diversos medios, el ingeniero agrónomo que también trabaja como ejecutivo bancario la secuestró, la llevó hasta su departamento, la drogó y la violó. Al despertar, la mujer se encontraba sola, encerrada, semidesnuda y sin memoria. Desesperada, pidió ayuda, y los vecinos alertaron y pidieron ayuda. Fue llevada al Servicio Médico Legal, donde las indagatorias revelaron que el individuo no solo la había violado, sino que también, desde 2011, le enviaba mensajes amenazantes tanto a ella como a su pareja.
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