Los instrumentos más avanzados de observación espacial, actualmente enfocados en el exoplaneta K2-18b, situado a unos 120 años luz de la Tierra y con un tamaño 8,6 veces superior al nuestro, han identificado posibles rastros de dimetilsulfuro en su atmósfera. Este compuesto, comúnmente asociado a la actividad microbiológica en la Tierra, sugiere la posibilidad de que este exoplaneta pueda albergar condiciones propicias para la vida.
@hector_te_.informa LA NASA AFIRMA QUE ENCONTRARON VIDA EXTRATERRESTRE EN EL PLANETA K2 18B #NASA #exoplanetas #k218b #vidafueradelatierra #extraterrestres #vidaextraterrestre ♬ Road to Glory - Lux-Inspira
A pesar de la promesa que este descubrimiento conlleva, la comunidad científica ha instado a la cautela, señalando que aún no se ha confirmado plenamente la presencia de dimetilsulfuro y que, incluso si se confirma, sería precipitado atribuirlo directamente a un origen biológico. Se requieren observaciones y estudios adicionales para verificar su origen y significado. Aún así, las especulaciones en torno a las observaciones del Telescopio Espacial James Webb con respecto al K2-18b, descubierto en 2015, continúan generando debates dentro de la comunidad científica sobre la posibilidad de anunciar el descubrimiento de vida extraterrestre en 2024.
La noticia se ha avivado en los últimos días, particularmente, luego de que The Spectator mencionara la percepción de tres científicos británicos (una astrofísica, una científica espacial y un astronauta), quienes mencionan que la vida alienígena definitivamente está ahí afuera y que en 2024 vamos a descubrir vida de otro planeta. Estas palabras son atribuidas a la Dra. Aderin-Pocock y citadas en el reconocido medio británico. No obstante, los científicos no tardaron en aclarar que sus palabras podrían haber sido sacadas de contexto.
La intención, realmente, de este equipo de científicos era destacar la posibilidad astrobiológica de que K2-18b sea habitable, es decir, que pueda reunir condiciones para la evolución química y el sostenimiento de alguna forma de vida. Así que, los científicos todavía están intrigados por las observaciones del Telescopio Espacial James Webb en K2-18b y persisten numerosas incógnitas sobre la existencia de vida en este exoplaneta.
Sistema planetario al que pertenece K2-18 b
La estrella K2-18 es una enana roja ubicada a 124 años luz de la Tierra; alberga, hasta la fecha, dos planetas en su sistema. Uno de ellos es K2-18c, un gigante gaseoso que se asemeja posiblemente a Neptuno. El otro es K2-18b, un subneptuno con una masa ocho veces mayor que la de nuestro planeta y un radio ligeramente superior a los 14,000 km (2.6 veces el radio terrestre).
Basándonos en la información disponible hasta el momento y obtenida por el Telescopio Espacial James Webb (JWST), se sugiere que este planeta podría ser un mundo “hicéano” (hidrógeno-océano), con una temperatura de equilibrio similar a la de la Tierra. Se especula que su superficie podría consistir en un vasto océano de agua líquida, lo cual podría explicar la ausencia de detección de amoníaco y cianuro de hidrógeno, ya que podrían estar disueltos en el agua. Así, la atmósfera de K2-18b está compuesta principalmente por hidrógeno, con evidencia sólida de la presencia de metano y dióxido de carbono, ambos gases de efecto invernadero.
Te puede interesar: ¿Planetas habitables? La NASA avanza en la búsqueda de exoplanetas