Pasión y tradición: los ingredientes que dan el sabor original a esta panadería queretana

En Corregidora, Querétaro, a la edad en que la mayoría de los niños sueña con ser astronautas o bomberos, Gustavo Guzmán Pérez imaginaba recorrer las calles de su pueblo en bicicleta con un canasto lleno de pan sobre la cabeza.

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Pixabay

En El Pueblito, Corregidora, a la edad en que la mayoría de los niños sueña con ser astronautas o bomberos, Gustavo Guzmán Pérez imaginaba un futuro diferente: recorrer las calles de su pueblo en bicicleta con un canasto lleno de pan sobre la cabeza. A los cuatro años, ya estaba inmerso en el negocio de su padre, vendiendo pan de manera ingeniosa. Gustavo Guzmán Pérez, quien ha convertido su sueño de infancia en una exitosa realidad, comparte:

Yo comencé a la edad de los 4 años a incurrir en el negocio de mi papá. Yo comencé vendiendo pan con un canasto en mi cabeza, con una bicicleta me iba a los ranchitos y vendía.

No se trata solo de hacer negocios y vender pan; Gustavo, ahora empresario queretano, tiene en mente convencer a sus clientes con sabores únicos, asegurándose de que cada compra sea una ganancia para ellos.

Queremos hacer ganar a nuestra clientela, es algo que nos importa principalmente. No queremos hacerles pensar a la gente que se van perdiendo; siempre se van ganando. Siempre que vienen a comprar un producto, yo siempre les digo: la primera pieza es gratis.

Su panadería cuenta con una historia rica y única. Es la única en la zona que elabora el famoso pan de agua, utilizando una receta que tiene más de 50 años de antigüedad. Este pan es un complemento esencial para el tradicional caldo de buey que se sirve durante las festividades de febrero en Corregidora, Querétaro. Gustavo Guzmán, afirma al respecto y con orgullo:

El pan agua, somos únicos en Corregidora y en Querétaro con la fórmula original de hace más de 50 años.

La aventura de Gustavo no sería posible sin la colaboración de su maestro panadero, José Heriberto Morales Martínez, con más de 40 años de experiencia en el oficio. Aunque el trabajo demanda mucho tiempo, ambos encuentran satisfacción en cada pieza de pan que hornean juntos. José Heriberto Morales Martínez comparte:

Aquí tenemos hora de entrada, pero no tenemos hora de salida.

Este oficio, que se remonta a siglos atrás, ha sido transmitido de generación en generación. Para José Heriberto Morales Martínez, la panadería es la mejor herencia que recibió de su padre desde los 7 años, cuando empezó a aprender el oficio. Finalmente, Gustavo Guzmán Pérez ha logrado emprender el negocio de sus sueños y nos comparte:

Puedes tenerlo todo y que no sean problemas. Las situaciones por manejar son algo que puedes superar. Si realmente te crees capaz de hacerlo y te sientes libre de poder hacer lo que quieras, siempre y cuando no le reste a las demás personas, llevándolas a ganar, puedes hacer absolutamente lo que quieras.

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