La ciudad de Querétaro es cuna de leyendas, con una rica historia que se remonta a siglos atrás. A lo largo de los años, esta encantadora ciudad ha sido testigo de eventos que han dejado una marca indeleble en su tejido cultural y social que se denominan hoy día como lugares embrujados.
Entre los relatos que han perdurado a través del tiempo, se encuentran historias de misterio y terror que han cautivado la imaginación de queretanos y visitantes por igual. Desde antiguas casonas embrujadas hasta conventos que albergan oscuros secretos, Querétaro es un lugar donde lo sobrenatural se convierte en una emocionante suceso del más allá.
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1. La Casa de la Mijangos:
Enclavada en el pintoresco barrio de Jardines de la Hacienda, la Casa de la Mijangos es uno de los lugares más sombríos y enigmáticos de Querétaro. La historia de este lugar está teñida por la tragedia y la locura de Claudia Mijangos, una mujer atormentada por oscuros desequilibrios mentales. Se dice que, influenciada por voces siniestras, Claudia perpetró un acto terrible: el asesinato de sus propios hijos. Hoy en día, la casa permanece deshabitada, envuelta en un aura de malestar y energías perturbadoras que ahuyentan incluso a los más valientes.
2. La Leyenda de Don Bartolo:
En el corazón del centro histórico de Querétaro se alza la imponente sede de la Secretaría de Educación, un edificio que oculta un oscuro pasado. Conocido como el hogar de Don Bartolo Sadanetta y su hermana, este lugar fue testigo de una historia de amor prohibido pues se dice que estos tenían una relación, ya que ninguno tenía pareja. Además, el hombre era muy elegante, salía a caminar por las calles del Centro Histórico con un porte inigualable, destacando que Don Bartolo no tenía trabajo ni su hermana, pero vivían una vida llena delujos en una de las casonas más imponentes de aquellos tiempos.
Cada año, Don Bartolo realizaba una celebración de cumpleaños en grande, acompañado de la gente más influyente de Querétaro, siempre mencionaba las siguientes palabras ‘’Brindo por mi señora hermana, por mi alma y por el 20 de mayo de 1701’’. Los invitados siempre se extrañaban con esas palabras pues la fecha era lejana. Sin embargo con el pasar del tiempo, el dichoso día llegó y aquella noche un estruendo muy fuerte salió de aquella casona para después dejar un silencio en lo que le restaba a la noche.
Al día siguiente, vecinos reportaron que no vieron salir a nadie de la casa, por lo que la policía tuvo que intervenir. Se llevaron una fea sorpresa al encontrar a la hermana estrangulada y a Don Bartolo calcinado y pegado al techo de su habitación con una mueca que denotaba la intranquilidad de su muerte.
Las misteriosas circunstancias que rodearon la muerte de Don Bartolo y su hermana aún suscitan escalofríos entre los que trabajan en el edificio, quienes aseguran escuchar lamentos y susurros en las noches más oscuras.
3. La Casa de la Zacatecana:
Ubicada en la emblemática calle Independencia, la Casa de la Zacatecana es hoy en día un museo que guarda en sus paredes los oscuros secretos de su pasado. Según cuenta la leyenda, una mujer conocida como la Zacatecana protagonizó un oscuro drama de celos y venganza, que culminó en el asesinato de su esposo y su amante. Su trágico destino, marcado por la violencia y la muerte, dejó una huella imborrable en el lugar, donde se dice que su espíritu aún vaga en busca de redención.
4. La Monja del Convento de Santa Clara:
En el antiguo Convento de Santa Clara, una de las edificaciones más antiguas de Querétaro, reside una de las leyendas más escalofriantes de la ciudad. Se cuenta que una monja fantasmal, conocida como la “Monja del Convento”, vaga por los pasillos del antiguo claustro, protegiendo el lugar de aquellos que intentan profanarlo. Los relatos de encuentros con este misterioso espectro han perdurado a lo largo de los años, alimentando la creencia en lo sobrenatural y lo inexplicable.
5. El Agujero del Diablo:
En el Museo Regional de Querétaro, junto al Convento de San Francisco, se encuentra una reliquia que despierta el interés de los amantes del misterio: el Agujero del Diablo. Según la leyenda, este agujero fue el escenario de un encuentro aterrador entre dos seminaristas y una entidad demoníaca, uno de ellos se enfrentó con el demonio y su compañero suplicó para que no lo matara, por lo que el ente no le quedó más que huir por un agujero.
Aquella noche dejó una marca indeleble en el convento, y aún hoy en día se dice que el espíritu del demonio acecha en las sombras, esperando su próxima oportunidad para manifestarse.
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