El municipio queretano de Ezequiel Montes, alberga un cerro emblemático que va más allá de su imponente presencia geográfica. Este cerro es considerado sagrado, testigo de innumerables historias de antepasados y portador de tradiciones arraigadas en la población otomí de la región.
En la cima de este cerro se erige una cruz majestuosa de más de 10 metros de altura, simbolizando la conexión espiritual de la comunidad con sus dioses y la exaltación de sus costumbres y tradiciones. Tolmaí Barrón, coordinador turístico de la zona, destaca la importancia de esta tradición al mencionar:
Es una tradición enorme, como pueden ver en la cúspide hay una cruz, que en el mes de mayo la gente viene no solamente a adorar la cruz, sino también para pasar un rato en familia.
Para llegar a la cima del conocido Cerro Grande, los visitantes deben transitar por veredas en un ascenso prolongado. El camino, rodeado de una exuberante vegetación endémica del semidesierto, requiere que quienes lo recorran lleven ropa cómoda y calzado adecuado debido al esfuerzo físico necesario. A lo largo del trayecto, los exploradores encuentran dunas con tierra teñida de rojo y amarillo, creando un paisaje que evoca la superficie de Marte. También se descubre una cueva en el interior de una roca, antaño utilizada como sitio de descanso. Desde la cima del Cerro Grande, en la comunidad de Villa Progreso, se puede apreciar un panorama que colinda con los municipios de Tequisquiapan y Cadereyta, así como el estado vecino de Hidalgo al oriente.
La experiencia culmina con miradores panorámicos que permiten a las familias disfrutar de una vista extraordinaria de 360 grados. Arturo González, un visitante, elogia la tranquilidad del lugar y la oportunidad de realizar senderismo y ejercicio, aprovechando la visita con la familia. Al respecto, comenta:
La tranquilidad del lugar, el senderismo, hacer ejercicio, aprovechar que venimos con familia y pasarse un buen rato, ver la vista del pueblo.
Este cerro sagrado no solo es un punto de encuentro espiritual, sino también un tesoro natural que invita a la reflexión y al disfrute de la naturaleza.
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