La flor de cempasúchil, cuyo significado proveniente del náhuatl es “flor de veinte pétalos”, es una de las flores más emblemáticas de México, y su presencia se vuelve indispensable durante las celebraciones del Día de Muertos. Esta flor, de característico color anaranjado, es un símbolo de vida y muerte y tiene un profundo significado cultural, espiritual y religioso que la ha convertido en un ícono de la tradición.
El cempasúchil ha sido utilizado en rituales prehispánicos por los pueblos originarios de México desde tiempos ancestrales. En la cosmovisión mexica, esta flor estaba asociada con el sol. Los pueblos mesoamericanos creían que el cempasúchil guiaba a las almas de los difuntos desde el mundo de los muertos hasta el de los vivos.
Esto derivó en la tradición de esparcir sus pétalos en los altares de Día de Muertos y hacer caminos de flores que guían a las almas hacia sus ofrendas. Otra razón por la cual el cempasúchil se ha convertido en un símbolo del Día de Muertos es su color brillante, que representa el sol y la vida. Se dice que este color facilita el regreso de los seres queridos, ya que su resplandor es visible desde el más allá.
Además, su fragancia intensa es otro elemento clave, ya que se cree que ayuda a las almas a encontrar su camino. El uso de esta flor en el Día de Muertos también tiene un sentido de conexión y recuerdo. Al decorar los altares y tumbas con cempasúchil, las familias honran y recuerdan a sus seres queridos fallecidos, reforzando así un vínculo que, en esta celebración, trasciende la vida y la muerte.
Te puede interesar: 5 enfermedades que cura la flor de cempasúchil
TV Azteca Querétaro informándote de lo último en noticias de la capital. Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y lleva la información en la palma de tu mano.