¿Cuáles fueron los primeros sistemas de abastecimiento de agua en Querétaro?
La historia del suministro de agua a Querétaro comienza con los emblemáticos Arcos que conectan a La Cañada con la Avenida Zaragoza. A finales del siglo XIX, el sistema colonial de distribución de agua potable en Querétaro seguía operando en condiciones similares a las instaladas por el Marqués de la Villa del Villar del Águila siglo y medio atrás, centrado en el Acueducto y una red de distribución con alcantarillas y tuberías de barro cocido.
En esa época, el Gobernador del Estado, Ing. Francisco González de Cosío, mostró preocupación por mejorar la escasez, por lo que, la antigua cañería de barro que llevaba agua a las fuentes públicas fue reemplazada con tuberías de fierro para evitar filtraciones y mejorar la salubridad. En 1903, se construyó un nuevo acueducto, mayormente de tubo de fierro, desde la alberca hasta la conexión con el antiguo Hércules. Esta mejora significativa proporcionó el doble de volumen de agua potable a la ciudad. En 1909, González de Cosío contrató la construcción de un depósito de cemento armado con capacidad para 2,000 metros cúbicos, situado en el Cerro de la Cruz.
¿Cómo llega el agua potable a Querétaro?
La planta potabilizadora asociada al Acueducto II en Querétaro cuenta con tecnología de punta, garantizando así la calidad del agua para la población. Ante el constante crecimiento de Querétaro, se hizo necesario implementar esta infraestructura hidráulica que asegurara el suministro de agua a corto, mediano y largo plazo.
¿Cuáles son las fuentes de agua en Querétaro?
En San José El Alto, la infraestructura del Acueducto II se complementa con cuatro avanzados tanques de almacenamiento de acero vitrificado, cada uno con una capacidad de 12,500 metros cúbicos. Esta disposición permite contar con una reserva de agua significativa, alcanzando los 50,000 metros cúbicos, lista para su distribución inmediata cuando las circunstancias así lo requieran.
¿Dónde comienza el Acueducto de Querétaro?
El Acueducto II representa el proyecto de agua más grande en la historia del estado desde la construcción del original en 1738. Con una extensión de 123 kilómetros, transporta agua potable desde el noroeste hasta el suroeste, atravesando el río Pánuco y la cuenca Lerma-Chapala, para abastecer con agua limpia en cantidad y calidad suficientes a más de 900 mil habitantes.
A lo largo de sus 123 kilómetros de conducción, el Acueducto II es crucial para abastecer de agua a la capital y sus alrededores, extrayendo el vital líquido de los manantiales del río Moctezuma, ubicados cuatro kilómetros más abajo de la formación rocosa del Cañón del Infiernillo. La calidad del agua de estos manantiales es excepcional, con un caudal mínimo de 1,500 litros por segundo durante las estaciones secas, equivalente a un suministro anual de 50 millones de metros cúbicos.
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