El Día Mundial del Agua tiene sus raíces en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), también conocida como la Cumbre de la Tierra, que se llevó a cabo en Río de Janeiro, Brasil, en 1992. Durante esta conferencia, se destacó la importancia del agua dulce como recurso fundamental para la vida, la salud y el desarrollo sostenible.
En respuesta a las preocupaciones sobre la escasez de agua y la degradación de los recursos hídricos, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 22 de marzo de cada año como el Día Mundial del Agua a partir de 1993. La primera celebración oficial tuvo lugar ese mismo año, lo que marcó el inicio de una tradición anual destinada a generar conciencia sobre los desafíos relacionados con el agua y promover la acción para abordarlos.
Desde entonces, el Día Mundial del Agua se ha convertido en una plataforma global para resaltar la importancia del agua dulce y promover la gestión sostenible de los recursos hídricos. Cada año, se elige un tema específico para la celebración, que aborda aspectos clave relacionados con el agua, como la escasez de agua, la contaminación, la conservación de los ecosistemas acuáticos, el acceso al agua potable y el saneamiento, entre otros.
A lo largo de los años, el Día Mundial del Agua ha inspirado una amplia gama de actividades, eventos y campañas en todo el mundo, desde conferencias y seminarios hasta proyectos de conservación y limpieza de cuerpos de agua. Esta celebración ha contribuido significativamente a aumentar la conciencia pública sobre los desafíos del agua y a impulsar iniciativas para abordarlos a nivel local, nacional e internacional. En última instancia, el Día Mundial del Agua sigue siendo una ocasión importante para reflexionar sobre nuestro vínculo con el agua y comprometernos a proteger y preservar este recurso vital para las generaciones presentes y futuras.
¿Cuál es la agenda para celebrar el Día Mundial del Agua este 2024?
El agua, un recurso vital para la vida, puede ser tanto un puente hacia la paz como una fuente de conflictos. Cuando la escasez de agua o la contaminación son problemas, o cuando el acceso al agua es desigual o nulo, las tensiones entre comunidades y países pueden aumentar significativamente. Por ello, “Agua para la paz” es el lema con el que las Naciones Unidas conmemoran este día tan importante para la humanidad.
Más de 3000 millones de personas en todo el mundo dependen del agua que atraviesa las fronteras nacionales. Sin embargo, solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten. Ante los crecientes impactos del cambio climático y el aumento de la población, es urgente que tanto dentro de los países como entre ellos, nos unamos para proteger y conservar este recurso fundamental.
La salud pública, la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental están intrínsecamente ligados al buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua. Con el lema “Agua para la paz” en el Día Mundial del Agua 2024, se enfatiza la importancia de la cooperación en materia de agua para generar un efecto en cascada positivo. De acuerdo con las Naciones Unidas, al colaborar en temas de agua, promovemos la armonía, generamos prosperidad y fortalecemos la resiliencia frente a desafíos comunes.
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