Las posadas tienen sus raíces en la época colonial de México, cuando los misioneros españoles buscaron transmitir la fe católica a través de medios accesibles y comprensibles para la población indígena. El término posada proviene del español, que significa alojamiento o peregrinación. La celebración conmemora el peregrinaje de María y José en busca de refugio antes del nacimiento de Jesús.
El punto de partida de las posadas es el 16 de diciembre, nueve días antes de la Nochebuena, lo que representa los nueve meses de embarazo de María. Durante este tiempo, las comunidades se unen para recrear simbólicamente el viaje de María y José, tocando puertas y buscando posada en casas vecinas.
¿Cómo se celebran las posadas?
Las posadas son eventos comunitarios que fomentan la solidaridad y la participación activa de las personas. Cada noche, los participantes se reúnen en una casa predeterminada, representando el papel de los peregrinos y recorren las calles entonando cánticos tradicionales conocidos como villancicos o aguinaldos.
Al llegar a la puerta de la casa designada como posada, se lleva a cabo un diálogo entre los peregrinos y los residentes, culminando con la apertura de las puertas para permitir la entrada y la celebración conjunta.
Una vez dentro, se lleva a cabo una serie de rituales religiosos y festivos, que incluyen la recitación de oraciones, el canto de villancicos, la ruptura de piñatas y la distribución de golosinas y alimentos tradicionales. Estos elementos simbolizan la hospitalidad, la generosidad y la alegría que caracterizan la temporada navideña.
Entre los elementos distintivos de las posadas se encuentran las coloridas piñatas, que representan la tentación y la lucha contra el mal. Las piñatas, tradicionalmente en forma de estrella de siete picos, simbolizan los siete pecados capitales. La acción de romper la piñata con los ojos vendados representa la fe ciega en Dios y la victoria sobre el pecado.
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La gastronomía también juega un papel fundamental en las posadas, con platillos tradicionales como tamales, buñuelos, ponche y atole. Estos manjares añaden un toque de sabor auténtico a la celebración y refuerzan los lazos familiares y comunitarios. Ahora bien, el inicio de las posadas el 16 de diciembre coincide con la festividad de la Virgen de Guadalupe, una figura central en la religiosidad mexicana.
El 16 de diciembre, por tanto, marca el comienzo de una novena dedicada a la preparación espiritual para la llegada del Niño Jesús en la Nochebuena. La elección del 16 de diciembre como punto de partida resalta la importancia de la devoción mariana y establece un período significativo de reflexión y celebración en la antesala de la Navidad.
Así, las posadas en México representan una fusión única de fe, comunidad y cultura. Al recrear simbólicamente la búsqueda de refugio de María y José, estas celebraciones proporcionan un espacio para la reflexión espiritual, el fortalecimiento de los lazos comunitarios y la alegría compartida que caracteriza la temporada navideña en México.
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