La devastación se desató en Tennessee la semana pasada cuando un tornado, con vientos que superan los 200 km/h, arrasó con todo a su paso, levantando techos y dejando tras de sí un rastro de destrucción. Sin embargo, en medio de la tragedia, surge un asombroso relato de supervivencia.
Un terrible suceso
Un bebé de apenas cuatro meses se convirtió en el protagonista de un milagro después de ser succionado por el tornado. La dramática secuencia de eventos se desarrolló mientras el pequeño descansaba en su habitación en su moisés. El viento y la fuerza del tornado lo arrebataron de su lugar, llevando consigo también al padre del bebé, quien intentaba protegerlo.
Tras el paso del tornado, la angustia se apoderó de la familia, temiendo lo peor. Sin embargo, lo inimaginable ocurrió: el bebé fue hallado ileso junto a un árbol caído, sin sufrir ninguna herida que comprometiera su bienestar.
Un milagro después del tornado
Los familiares expresaron su asombro y alivio, confesando que pensaron que el bebé no sobreviviría dada la gravedad del incidente. La madre, con lágrimas en los ojos, relató la sensación de encontrar el moisés con su hijo dentro, como si un ángel hubiera guiado al bebé hasta ese lugar, asegurando su salud y salvación.
Este caso extraordinario resalta la fragilidad de la vida frente a los embates de la naturaleza, pero también la capacidad de asombro y esperanza que puede emerger de situaciones aparentemente desesperadas. El pequeño sobreviviente y su familia ahora se convierten en un símbolo de fortaleza y milagro en medio del caos.
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