A través de su sitio web , el Senado de la República ofrece un fascinante recorrido virtual que sumerge a los visitantes en los pasillos de esta majestuosa estructura, el Teatro de la República, un lugar donde resonaron las voces que firmaron y promulgaron la Constitución de 1917. Este documento, que sigue siendo la columna vertebral de la nación, fue el resultado del esfuerzo colectivo del Congreso Constituyente instalado en Querétaro desde diciembre de 1916.
El proceso comenzó en dicho año, cuando el Presidente Constitucional Venustiano Carranza convocó a la elección de diputados para el Congreso Constituyente. Este cuerpo legislativo se instaló en el entonces llamado Teatro Iturbide de la ciudad de Querétaro el 10 de diciembre de ese año, donde dedicó sus sesiones a dar forma a la Carta Magna que definiría el destino de México.
La ceremonia de la firma, el último acto notable en el Teatro Iturbide, tuvo lugar el 31 de enero de 1917, a las 14:05. Luis Manuel Rojas, presidente de la Mesa Directiva, fue el primero en estampar su firma, seguido por los vicepresidentes Cándido Aguilar y Salvador González Torres, y luego los diputados, ordenados alfabéticamente por estado y el Distrito Federal. El 5 de febrero, alrededor de las 18:00 horas, la Asamblea Constituyente, con invitados de pie, presenció la solemne protesta de la Constitución.
Venustiano Carranza, al arribar al recinto, recibió el ejemplar original firmado por todos los diputados. En un acto cargado de solemnidad, Carranza pronunció las palabras que sellarían su compromiso:
Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, expedida hoy, que reforma la del 5 de febrero de 1857. Si no lo hiciere así, la nación me lo demande.
El sitio web del Senado de la República comparte todos los detalles históricos de este importante momento en su página web dedicada completamente al Teatro de la República , la cual, a su vez, toma como referencia el libro Teatro de la República, Firma, protesta y promulgación de la Constitución; su otra fuente clave es el discurso dado por el mismo Venustiano Carranza .
Historia del Teatro de La República, edificio en el corazón de Querétaro
El majestuoso Teatro de la República es un recinto que no solo es testigo de la historia de México, sino que también desafía las convenciones arquitectónicas de su tiempo. Su construcción, iniciada en 1845, fue impulsada por la visión del gobernador Héctor Flores y la dirección del arquitecto Camilo de San Germán, quien luego fue sucedido por el ingeniero inglés Thomas Surplice.
Originalmente conocido como Gran Teatro de Iturbide y posteriormente como Teatro Iturbide, este espacio fue inaugurado el 2 de mayo de 1852 por el gobernador Ramón Canal de Samaniego. La apertura fue acompañada por la obertura “Iturbide”, de Bonifacio Sánchez y la obra “Por dinero baila el perro y por el pan si se lo dan”. En 1922, adquirió el nombre que lo caracteriza actualmente: Teatro de la República.
El Teatro de la República no solo es un lugar para el arte y la cultura, sino que también representa una obra arquitectónica única en su clase. Su diseño desafía las convenciones al unir la sala de espectáculos y el vestíbulo de acceso en un ángulo de 90 grados, un planteamiento vanguardista que lo distingue en la historia de la arquitectura. El Teatro de La República, además, es una edificación de estilo neoclásico que, actualmente, adorna la intersección de las calles Juárez y Ángela Peralta en el Centro Histórico de Querétaro.
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