Ubicada a tan solo una hora de Querétaro, se encuentra la comunidad indígena de San Antonio de la Cal, donde las tradiciones y costumbres se mantienen vivas a lo largo del tiempo. Este rincón resguarda una rica historia que se refleja en sus iglesias y monumentos, entre los cuales destaca una cruz con más de 1224 años de antigüedad y una iglesia que data del año 1692. La cuidadora de la iglesia, Hermelinda Martínez, nos comparte:
Nuestra comunidad tiene muchas mayordomías, la de San Antonio, de la Virgen de Guadalupe, de Santa Cruz, y todas estas mayordomías tienen actividades en Semana Santa.
Inaugurada en 1692, esta capilla recibe año tras año a cientos de fieles que, desde Tolimán, han celebrado tradiciones durante 332 años, consolidando así sus costumbres como parte esencial de la cultura queretana. Lo más destacado de San Antonio de la Cal es su cruz de piedra, única en toda la región del Bajío. Esta cruz, cuya procedencia aún se desconoce, cuenta con diferentes símbolos que la hacen extraordinaria. Laura Morón, cuidadora de la cruz, nos relata:
Nos cuentan que tal vez llegó aquí porque antes aquí era un intercambio de comerciantes, entonces se dice que tal vez la intercambiaron, se les olvidó o la dejaron como trueque.
Con una corona que representa la de un rey en su parte superior, tres círculos que simbolizan los tres planetas más cercanos a la Tierra, una flor que representa el centro de nuestro planeta y cuatro flechas que señalan los puntos cardinales, esta cruz es un tesoro único que añade aún más misterio a esta encantadora comunidad de Tolimán.
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