Esta es la historia de doña Minerva, una mujer que vivió 22 años en las calles de CDMX y hoy es comerciante

Minerva López Hernández De las Calles al Comercio

Doña Minerva es una mujer incansable, quien a sus 76 años de edad salió adelante tras vivir 22 años en las calles de la Ciudad de México, mismas que le enseñaron a no echarse para atrás y entrarle al trabajo. Se trata de una señora solidaria con los demás, que la gente busca por su calidad humana y porque siempre entrega una amplia sonrisa a clientes, empleados y compañeros del Mercado Escobedo…

Es huérfana se crio en calles de la CDMX

Nació con dones para la negociación, debido a eso sus compañeros le piden resolver diferentes problemáticas.

Minerva López Hernández, le gusta la política, “Yo creo que eso ya lo traes en la sangre. Ya lo traen ayudar a la gente. Esta forma de cómo naciste, que viviste y los ideales que tienes. La verdad, yo no tuve mamá, no tuve papá, tuve mamá que sí sola.”

Trabajo y esfuerzo, es lo que le sacó adelante.

En su búsqueda de mejorar, Doña Mine, paró a los 19 años en nuestra capital y se instaló sobre la banqueta del Mercado Escobedo, que entonces se ubicaba en la Plaza de la Constitución, y, al poco tiempo, tuvo la oportunidad de adquirir un local. A pesar de haber sido huérfana toda su vida, logró conseguir tener una hermosa familia.

Minerva López Hernández, tuvo una infancia muy triste, “La verdad, fue muy triste, pero eso que vives tú, todas esas carencias, todas esas dificultades, te hacen fuerte. Con trabajo y esfuerzo, la constancia.”

Tuvo cuatro hijos, tiene sonrisa amplia

Sus cuatro hijos son su motor de vida. Son casados, y tres de sus hijas son las mayores y están casadas también. Y es el “pequeño” Luis quien la apoya en el negocio. Todos son profesionistas.

Mine siempre tiene la expresión y comentarios para los demás, siempre preocupada por las necesidades de su familia y sus amigos locatarios, quienes la han elevado a ser, por varias ocasiones, la representante del mercado.

Minerva López, se siente feliz y realizada, “Yo amo a Querétaro, de verdad, sí es mi tierra, ya tengo 70 años, tengo 48 años aquí y la verdad, me siento orgullosa de eso.”