Los venden verdes, rojos, de rajas, sabor guayaba, pero su producto estrella es adobado, con queso y aplastado, lo han nombrado de diferentes maneras y la receta la han conservado por 57 años.
El nieto de doña Toña, Juan Sebastián Montero Zúñiga expresó, “Se prepara un proceso de la tortilla, donde se le embarra lo que es el chile guajillo,con queso,se pone a cocer 4 a 5 horas y tenemos listo el tamal de queso para después ponerlo en enfriar y después se pueda dorar.”
¿Cuándo comenzó la historia de los Tamales de Doña Toña?
La historia comenzó en 1966, cuando doña Toña vio la necesidad de sacar adelante a su hija quien con el paso de los años continuaría con este oficio generacional que les dejaría grandes satisfacciones. Karen Montero Zúñiga, nieta doña toña, dijo “la tradición empezó en 1966 mi abuelita doña Toña fue quien comenzó con todo esto. Ella inició este negocio cuando mi mamá tenía dos años y desde chiquita nos traían a trabajar con mi abuelita y ella nos fue fomentando el gusto por el negocio, ella siempre nos decía que ‘’cuando yo me muera ustedes sigan con el negocio.’’.
Las manos que elaboran este platillo que se remonta a la época prehispánica de nuestro país son de mujeres y hombres. “Tenemos una plantilla más o menos de 25 a 30 personas, casi el 70 por ciento son mujeres y también tenemos personas sobre todo hombres que son los que ayudan al trabajo pesado” mencionó, Juan Sebastián Montero Zúñiga, nieto de doña Toña.
Doña Toña no solo dejó historia en la elaboración de los tamales, también en las paredes de la que fuera su casa que hoy está abierta al público para degustar y leer cada una de sus frases, algunas llegan directo al corazón.
Karen Montero Zúñiga, nieta de doña Toña recalcó, “Un día tumba el burro y al otro día te levanta” que significa “Que un día te va bien y que otro te va mal, me llega mucho al corazón”.
Te puede interesar Adulto mayor fue atacado por un perro en San Juan del Río