Genaro García Guzmán, especialista en Gestión Integrada de Cuencas y académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), advierte sobre una sequía en pozos del acuífero queretano. Indica que la profundidad de extracción ha aumentado drásticamente de 100 a 400 metros desde el 2012. Lo cierto es que, en la última década, la Zona Metropolitana de Querétaro ha experimentado una preocupante tendencia que alerta a expertos en temas hídricos, pues la sequía ha desencadenado diversas consecuencias críticas para la región. Si vives en la región, este problema te puede parecer familiar, pues colonias ubicadas en diferentes puntos de la ciudad suelen reportar el corte de este servicio, además del alto costo que representa llevar el agua hasta las colonias.
Según García Guzmán, la sequía en la entidad ha exacerbado la sobreexplotación del acuífero, que ahora cuenta con 135 nuevos pozos desde la creación del Acueducto II. Este aumento en la profundidad de extracción refleja una demanda de agua que supera la capacidad natural de recarga del acuífero. La falta de precipitaciones agrava la situación, lo que ha obligado a perforar pozos más profundos para acceder al agua disponible. No obstante, la extracción a mayores profundidades implica un acceso más difícil y costoso para suministrar agua y conlleva riesgos para la calidad del líquido vital. Las capas más profundas a menudo contienen minerales y sustancias que pueden afectar la potabilidad del agua, lo que agrava la vulnerabilidad del suministro.
En paralelo, la sequía ha alcanzado niveles críticos, según Raúl José Medina Díaz, delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La falta de lluvias ha dejado embalses y recursos hídricos prácticamente agotados, lo que ejerce presión sobre un sistema ya tenso y resalta la necesidad urgente de medidas correctivas. El Monitor de Sequía informa que, al 15 de noviembre, cinco municipios, incluyendo Pinal de Amoles, Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros y San Joaquín, se encuentran en la categoría de Sequía excepcional (D4). Estos municipios en la Sierra Gorda enfrentan desafíos particulares debido a las condiciones geográficas y climáticas. Por su parte, Corregidora, Huimilpan y la misma capital queretana mantienen la categoría de Sequía severa (D2), mientras que el resto de los municipios se ven afectados por una Sequía extrema (D3).
¿Conoces qué significan estos niveles de sequía para los municipios queretanos?
La clasificación de los niveles de sequía varía según la región y la metodología utilizada por las agencias meteorológicas y de gestión del agua. En muchos casos, se utilizan sistemas de categorización para comunicar la gravedad de la sequía a la población y tomar medidas adecuadas. Estas categorías generalmente van desde niveles de sequía moderada hasta extrema. Aquí hay una descripción general de las categorías comunes:
Sequía moderada (D1): en esta etapa, la sequía es leve y tiene un impacto mínimo en las actividades cotidianas. Puede haber una disminución gradual en la disponibilidad de agua, pero las reservas son suficientes para satisfacer la demanda inmediata.
Sequía severa (D2): hay una escasez significativa de agua, lo que puede afectar la agricultura, la calidad del agua y los niveles de los embalses. En este caso, se recomiendan medidas de conservación del agua.
Sequía extrema (D3): la sequía es grave y tiene un impacto sustancial en múltiples sectores. Puede haber restricciones más estrictas en el uso del agua, lo que afecta la agricultura, la industria y el suministro de agua potable.
Sequía excepcional (D4): es la fase más grave porque hay una escasez extrema con impactos generalizados en la agricultura, los recursos hídricos y la vida cotidiana.
Estas categorías proporcionan una guía para evaluar y comunicar la gravedad de la sequía, lo que permite que las autoridades y la población tomen medidas apropiadas para conservar el agua y mitigar los impactos.
¿Cuáles minerales pueden afectar la potabilidad del agua en Querétaro si se extrae a más profundidad?
Las capas más profundas a menudo contienen minerales y sustancias que pueden influir en la calidad potable del agua. Algunos de los minerales que podrían afectar está condición al ser extraída desde lo más profundo de los mantos acuíferos queretanos son los siguientes:
Arsénico: puede encontrarse en aguas subterráneas y, en concentraciones elevadas, representa un riesgo para la salud humana.
Fluoruro: altas concentraciones de fluoruro en el agua pueden causar problemas de salud dental y esquelética.
Hierro y manganeso: pueden proveer de sabor y color al agua; los niveles elevados pueden ser perjudiciales para la salud.
Sales disueltas: elevadas concentraciones de sales pueden afectar el sabor del agua y, en exceso, también ser perjudiciales para la salud.
La presencia de estos minerales y sustancias en niveles elevados puede hacer que el agua no sea apta para el consumo humano, lo que destaca la importancia de monitorear y gestionar cuidadosamente la extracción de agua a mayores profundidades para garantizar la seguridad y la calidad del suministro hídrico.
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