Michel Ravell es una enfermera mexicana que forma parte de Médicos sin Fronteras (organización internacional médico-humanitaria). Como parte de su labor, pasó casi un mes atrapada en la zona bélica de Gaza. Atestiguó toda la barbarie y falta de recursos por las que atraviesan las personas en esa región, pues afirma que faltan muchos suministros médicos esenciales. Cabe subrayar que, desde que estalló el conflicto el 7 de octubre se han reportado más de 10 mil personas fallecidas.
Ravell concedió una conferencia de prensa virtual en la que aprovechó no solo para narrar su experiencia al borde de la muerte, pues pensó que sería asesinada, sino que también dio testimonio de todo lo que están sufriendo los niños, quienes mueren en manos de socorristas como ella. Las palabras de esta enfermera mexicana retratan una masacre causada por la guerra entre Gaza e Israel.
”Vi a niños niñas morir en mis manos, pero no en esta magnitud, no se mueren 10 niños al día, no se mueren mil niños al día, no es lo mismo. Cada país tiene su particularidad pero Gaza es una masacre”.
También expresó que aunque ella logró salir con vida de Gaza, su corazón se quedó en ese lugar, la lado de sus compañeros y civiles que están expuestos a los constantes bombardeos indiscriminados por parte de los participantes en el conflicto armado que ya lleva más de un mes.
Dentro de su historia, la connacional explicó que pasó el tiempo en varios refugios donde no había electricidad ni internet y en donde, además, la comida escaseaba. Asimismo, reportó que la falta de material médico ha orillado a las personas a utilizar paracetamol en amputaciones y vinagre para desinfectar. Estas carencias incrementan el sufrimiento por el que atraviesan las personas atrapadas en esa situación. La angustia se incrementa debido a que los hospitales no cuentan con desinfectantes, tampoco hay suficientes camas para atender a todos los heridos. Recursos vitales como la anestesia es escasa para atender medidas drásticas.
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