Producción y venta de jícama no solo es un sustento, sino un orgullo en Querétaro

Bajo el intenso sol otoñal, en los semáforos de la zona poniente de Querétaro, Óscar Landeros y sus compañeros han encontrado una forma de vida que les permite enfrentar los días difíciles: la venta de jícama. Durante más de una década, han establecido su negocio, trayendo sus productos directamente desde las parcelas de San Juan de La Vega, Guanajuato, donde cultivan esta raíz en invernaderos con agua de riego.

Óscar, comerciante y líder de este grupo de comerciantes, comparte que su familia lleva años en esta actividad, logrando sostenerse gracias al esfuerzo colectivo y al apoyo de los compradores locales. Originarios de la zona del Bajío, estos trabajadores han encontrado en Querétaro una oportunidad para cruzar fronteras y llevar su producto a nuevas manos.

La producción y venta de jícama no solo es un sustento, sino también un motivo de orgullo que beneficia a varias familias que dependen de esta actividad. El camino no ha sido sencillo. Los retos, como la pandemia, representaron un golpe difícil de superar, pero con esfuerzo y determinación, Óscar y su equipo lograron salir adelante.

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