Pactó con el diablo y se convirtió en leyenda: ¿en qué calles de Querétaro vaga el alma en pena de Don Bartolo?

La leyenda de Don Bartolo el Segoviano es una de las más aterradoras, pues el alma en pena de este personaje que pactó con el diablo ronda en el Centro Histórico de Querétaro.

Fuerza Informativa Azteca
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Una de las leyendas más icónicas de Querétaro es la de Don Bartolo el Segoviano, un hombre de fortuna que se trasladó a la entidad con su hermana. Reconocido por su riqueza, Don Bartolo disfrutaba despilfarrar sus monedas de oro. Sin embargo, su historia terminó convirtiéndose en una leyenda que persiste hasta nuestros días.

Eduardo Gutiérrez, narrador de historias urbanas, cuenta que “este señor llega aquí a vivir a finales del siglo XVI como mucha gente que viajaba de España para vivir en la Nueva España y este lugar era conocido como el barrio antiguo español. Él era un señor muy pudiente.” Durante las festividades navideñas, Don Bartolo organizaba grandes fiestas y alzaba su copa con un brindis que repetía: “por mí, por mi hermana, mi ánima y por el 20 de mayo.” Una frase que desconcertaba a sus invitados, pero que tenía un significado oculto.

La historia de Don Bartolo dio un giro trágico en 1701, cuando un suceso horroroso ocurrió en su casa. “Se trajo un herrero para que abriera la puerta y cuál va siendo la sorpresa que dentro de esta casa, donde está la fuente, encuentran el cuerpo tirado de la hermana de Don Bartolo,” narra Gutiérrez. Al mirar hacia arriba, descubrieron que Don Bartolo estaba pegado al techo, carbonizado y con la lengua afuera.

Se dice que Don Bartolo había hecho un pacto con el diablo, prometiendo su alma y la de su hermana a cambio de riquezas. Aparentemente, él conocía la fecha de su muerte, lo que explicaría sus brindis anuales. Hoy en día, se dice que en la esquina de la calle Pasteur Sur y el Andador Libertad, en el Centro Histórico de Querétaro, es posible ver las almas en pena de Don Bartolo y su hermana.

Gina Pérez, quien trabaja en el lugar, comentó que “varios compañeros han comentado que sí han escuchado cosas e incluso los vigilantes, los anteriores vigilantes, comentaban que veían una mujer bajar de las escaleras y cosas así extrañas o que escuchan ruidos en el baño.” Así, la leyenda de Don Bartolo el Segoviano continúa viva, alimentando el misterio y la curiosidad en las calles de Querétaro.

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