J. Piedad es globero desde hace más de tres décadas en el corazón de Querétaro
Desde 1990, J. Piedad Orduña ha sido parte del paisaje cotidiano en Plaza de Armas, donde reparte sonrisas con sus globos y juguetes.
Desde hace más de tres décadas, J. Piedad Orduña forma parte del paisaje vivo del Centro Histórico de Querétaro. Su puesto de globos, juguetes tradicionales y burbujeros ya es un punto de referencia para quienes caminan por Plaza de Armas, donde ha compartido alegrías, anécdotas y generaciones completas de clientes.
Te puede interesar: Francisco Morales: el librero queretano que creció rodeado de libros
J. Piedad Orduña, globero:
“Aquí en el centro empecé en el 90, o sea, en el 90 andaba yo caminando, no estaba establecido aquí, pero aquí establecido, aquí, aquí, van 28 años en un solo lugar”.
La gente lo reconoce
Don J. Piedad no solo llena la plaza de color con sus globos, sino también de cercanía. Con cada charla y cada saludo, se ha ganado el cariño de quienes lo ven como parte del corazón del Centro Histórico.
J. Piedad Orduña, globero:
“Mucha gente me conoce, de hecho, luego llegan unos, luego llegan otros y así”.
Inició en su oficio desde su juventud
Desde muy joven comenzó a trabajar vendiendo en la calle e incluso cruzó la frontera en alguna ocasión.
J. Piedad Orduña, globero:
“A los 7 años, fuimos a parar a Piedras Negras, allá anduve vendiendo 3 años, porque un año nos cruzamos al otro lado”.
Se considera una persona trabajadora
Con una rutina flexible pero demandante, don Piedad trabaja sin horario fijo todos los días; aun así, asegura que le gusta mucho su trabajo.
J. Piedad Orduña, globero:
“Sí, por eso aquí ando vendiendo, pos la mera verdad, no, trabajador, bien matado dijo uno. Yo no tengo horario, yo puedo llegar de las 10 en adelante hasta las dos de la tarde y de las 2 a las 10 de la noche”.
También te puede interesar: La herencia otomí en Ezequiel Montes: tradición, identidad y orgullo en cada traje
Le gusta hablar con las personas, nos compartió qué es lo que más le gusta de su trabajo.
J. Piedad Orduña, globero:
“¿De mi chamba? Pos que tiene relación con mucha gente aquí, o sea, que platicas aquí con uno, luego con otro, y así te la pasas todo el día”.
Esta es la historia de Doña Gloria, una mujer con trayectoria de comerciante por más de 40 años