Conoce la historia de Antonio; a sus 78 años atiende su puesto en el mercado
Es conocido por todos sus compañeros comerciantes en la zona del Mercado Hidalgo, ya que acaba de cumplir 55 años con el mismo local de frutas y verduras.
Don Antonio Buenrostro es conocido por todos sus compañeros comerciantes en la zona del Mercado Hidalgo, ya que acaba de cumplir 55 años con el mismo local de frutas y verduras frescas y con la misma mujer, dice de broma, lo cual lo hace feliz.
Estudió solamente la primaria y se auto graduó de contador de frutas y verduras: dijo de broma.
Antonio Buenrostro, comerciante toda su vida:
“La mejor escuela de Querétaro que era la escuela Nicolás Bravo. luego vimos a la más buena que viene siendo la Miguel Alemán. También estuvimos en esa escuela y terminamos la primaria, y ya nos decimos contadores y nos vinimos a trabajar aquí contadores, dices, dices, contadores de naranja y de frutas”.
Adora a su esposa y le encanta su trabajo
A sus 78 años, don Antonio tiene mucha vitalidad, hace deporte y todos los días se levanta a las 4 de la mañana. Es padre de un solo hijo, a quien pudo sacar adelante con dos carreras que hoy ejerce a sus 36 años y es uno de sus orgullos.
Antonio Buenrostro, tiene un feliz matrimonio:
“No, yo sé cocinar, como les digo, yo sé cocinar, sé planchar, sé de todo lo que es de la cocina. Yo la mujer la más alegría porque me acompañara. ¿eso ya es mi mujer? es mi esposa, sí. ¿cuántos años llevan de casados? 55"
Originario de el tepetate, es unido con sus hermanos
Toñito, como le dicen algunos clientes, es originario del barrio de El Tepetate, en donde nació y creció como todo queretano de la época.
Una vida dura que sacó adelante con su esposa
La historia de don Antonio no es nada fácil ya que tuvo que picar piedra para poder sacar adelante el negocio familiar, hubo temporadas malas y también buenas, mismas que le permitieron viajar por México.
Antonio Buenrostro, espera regresar a la playa:
“Son sus mares, y no, no, no soy muy buen nadador, nomás me paso ahí en el mar unas cuatro horas lejos nadando, nadando, no, viendo a ver si me encuentro por allí un tiburón, pero ni los tiburones me quieren comer”.
Abel de la Garza, Fuerza Informativa Azteca.
Doña Reina prepara gorditas sin igual: conoce su historia de perseverancia