El Andador Francisco I. Madero, ubicado en pleno Centro Histórico de Querétaro, es hoy en día un punto de encuentro y esparcimiento para locales y turistas. Sin embargo, hace apenas dos décadas, esta calle era una vía vehicular de gran tránsito. Según registros de la hemeroteca del Archivo Histórico del Estado, a inicios del siglo XXI, las autoridades municipales decidieron convertirla en andador peatonal, promoviendo una vocación cultural y recreativa en la zona.
Este espacio ha sido transformado para albergar exposiciones de arte y decoraciones temáticas que varían según las festividades de la ciudad, lo que le convierte en un lugar ideal para el disfrute familiar. Eduardo Muñoz, un reciente avecindado en Querétaro, comentó: “Desde que llegué aquí, quitaron el transporte para que la gente pueda caminar tranquilamente junto con sus hijos. Ha habido muchos cambios que son para el bien de la ciudad.”
El Andador Madero ofrece una gran variedad de atracciones, desde hoteles remodelados, donde se alojaron héroes históricos, hasta restaurantes, heladerías y músicos urbanos que llenan de vida las calles. Moisés Marroquín, de 89 años, destaca: “Es muy bonito, le da mucha vista. Hay tiendas de todo tipo.”
Este andador también tiene una importancia clave al conectar varios puntos del Centro Histórico, como los Jardines de Santa Clara y Guerrero, el Jardín Zenea y la Plaza de Armas, lo que lo convierte en un paso obligado para quienes buscan disfrutar de un espacio tranquilo en el centro de Querétaro. Rosa María Jaramillo, una visitante frecuente, expresa su opinión sobre la importancia de preservar el centro: “Eso lo hubieran hecho antes, cerrar la calle para que siga siendo solo peatonal.”
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