¡De terror! Esta es la historia del militar y la misteriosa monja en el Convento de Santa Clara
En 1867, un militar respondió al llamado de una monja en el Convento de Santa Clara en Querétaro, sin imaginar que encontraría un secreto oculto durante siglos.
Corría el año de 1867 durante el sitio de Querétaro, cuando un par de militares que eran parientes se encontraron al exterior del templo de Santa Clara, de donde salió una monja a pedirles auxilio para retirar un bulto que no podía cargar al interior del convento. Uno de ellos decidió irse y el otro ayudar, sin darse cuenta de que se llevaría una sorpresa que marcaría su vida.
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Jaime Zúñiga Burgos, cronista del estado dijo:
‘’Entonces este militar se introduce siguiendo a la mujer. Sigue a la mujer por algunos pasillos, por algunos patios, que era muy amplio todo esto, este convento. Por curiosidad dice: “Voy a ver de qué se trata”. Horrorizado ve que había adentro algo que al principio pensó que era una escultura de un santo. Por la textura de la piel parecía de cera, pero tenía en su cara una expresión de angustia y horror. Entonces él ve que es un cadáver’’.
Militar quedó horrorizado y dieron aviso a las autoridades
Cabe destacar que en aquel entonces el convento era de monjas enclaustradas, es decir, tenían prohibido salir por cualquier motivo y nunca daban la cara a la sociedad, lo que el militar reflexionó tras quedar estupefacto. Tras voltear a buscar a la monja, ésta ya no estaba. El cronista relata que el militar corrió en busca de su primo, quien testificó que una monja les pidió ayuda, por lo que se dio aviso a las autoridades.
Jaime Zúñiga Burgos, cronista del estado expresó:
‘’Se inició una investigación. Vienen aquí, era un convento de clausura. Con muchos trabajos empiezan a dialogar porque el cadáver había salido de aquí, con la conclusión de que ninguna de las monjas habría podido ser esa’’.
Descubre pintura de la monja que pidió ayuda
Durante el recorrido, el militar pudo observar en el templo que la monja que él había visto apareció en una de las pinturas que se había pintado hace 300 años antes, durante la conquista.
Jaime Zúñiga Burgos, cronista del estado dijo:
“Eso es imposible”, dijo la superiora, “porque ya fue la madre superiora de las fundadoras, de las primeras que hubo aquí”.
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