En Querétaro, el Andador Luis Pasteur esconde una leyenda de amor, celos y traición que explica por qué los barrotes de una casona permanecen doblados hasta el día de hoy, ¿conocías esta historia?
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La emblemática casa con los barrotes doblados en Querétaro: ¿por qué están así?
En el corazón del Centro Histórico de Querétaro, sobre la calle Luis Pasteur, se cuenta una leyenda que ha perdurado a lo largo del tiempo. La historia narra la vida de una joven de una familia acomodada y profundamente religiosa que vivía en una de las casonas del andador. Aunque se esperaba que la joven viviera una vida recatada, ocultaba un secreto: no solo tenía un novio, sino dos.
Según la leyenda, uno de los pretendientes, al descubrir el engaño de la joven, decidió darle una lección. Una noche, aprovechando la oscuridad y el silencio de la calle, el joven más fuerte de los dos la visitó, prometiéndole un beso apasionado si ella sacaba la cabeza por entre los barrotes de su ventana. Sin embargo, en lugar de recibir un beso, la muchacha quedó atrapada cuando el joven dobló los barrotes, dejándola incapaz de gritar por miedo a que su estricta familia descubriera sus relaciones prohibidas.
Al amanecer, cuando la ciudad despertaba y la gente se dirigía a la iglesia, encontraron a la joven atrapada y humillada. Desde entonces, los barrotes doblados de esa casa en el Andador Luis Pasteur han servido como un sombrío recordatorio de la leyenda, recordando a los transeúntes la historia de amor y traición que los deformó para siempre.
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